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EL VIÑEDO CORONEL VILLALOBOS

En la hoya de Baza, tierras altas del altiplano de Granada con cotas medias entre novecientos y mil metros es donde se crían nuestras cepas, se trata de parajes áridos, casi esteparios, donde el invierno alcanza temperaturas bajo cero y el calor del verano se vuelve extremo, entre secano y secano aún sobreviven pequeñas depresiones o vegas donde es posible este cultivo.

La tradición vitícola encuentra raíces históricas que se remontan miles de años, sin embargo, a finales del XIX y principios del XX la terrible plaga importada de América, la filoxera, casi extinguió las variedades antiguas; nuestras cepas se plantaron en el año 2000, han cumplido el periodo ideal de veinte años para su maduración, su capacidad para producir uvas de calidad.

         Las variedades actuales GARNACHA TINTA y TEMPRANILLO se eligieron por su adaptación al clima, por su resistencia y por su capacidad de transferir al fruto las características de la tierra en que se crían, de esta forma al recolectar los racimos maduros y tras un correcto tratamiento en bodega se ha conseguido trasladar al vinos las principales propiedades organolépticas  que el consumidor percibirá a través de sus sentidos (gusto, vista, olfato y tacto)  todas ellas evocadoras del entorno Bastetano.

La pluviometría es corta en estas zonas áridas en la que la desertización es siempre una amenaza latente, es por ello que las cepas necesitan de un aporte adicional de agua, mediante riego localizado y ponderado, buscando el equilibrio entre su lucha por la producción y las exigencias del control de la calidad, ni mucha, ni poca agua, la justa.

En nuestras dos hectáreas de viñedo propio, situado en los límites del parque natural y próximas al pago histórico de la Fuente de San Juan y riego del Caz Alto, producimos en forma selecta y controlada cada año entre cuatro y cinco mil kilos de cada variedad, garnacha tinta y tempranillo, es proporción similar que en proceso de elaboración nuestros enólogos mezclan o según el año producen un vino mono varietal.

         Las cepas se han ido formando en espaldera de metro de altura y abiertas en dos brazos, regulada la producción mediante podas y despampanadas severas ofrecen una uva de grano generoso y color rojo intenso; llegado el mes de agosto las levaduras naturales las cubren de vigorosas levaduras naturales de tal vigor que el control de su lucha por la supervivencia en la descomposición del azúcar se convierte en un reto enorme para el enólogo local y autor responsable de nuestros vinos.